El misterio ronda  la muerte de Julio César Muriel Quintero, de 21 años.

Para las autoridades no hay duda que fue asesinado, pero no hay certeza qué arma usaron para hacerlo porque no tenía señales de impactos de bala o arma blanca. Lo único que encontraron es que tenía signos de maltrato en el cuello y el abdomen.

Su cuerpo fue hallado en la noche del martes al interior de la vivienda donde residía, en la carrera 18 número 78 C-28, barrio Reserva de Los Almendros, en el municipio de Soledad.

“De pronto él le abrió la puerta a alguien e intentaron robar, porque encontraron todo desordenado, un televisor tirado en el piso y otro que estaba enganchado lo bajaron, pero no se llevaron nada. Solo se llevaron el celular, porque no aparece”, dijo Julio Muriel Canedo, padre de la víctima.

Ninguna hipótesis está descartada. Una de ellas es que lo habrían asfixiado para robarle. 

“Todos los enseres están tirados en el piso. Creemos que estarían buscando plata y lo dejaron tirado allí”, dijo el progenitor del joven. 

El joven residía con su pareja en la vivienda, pero según precisó su papá pasaba la mayor parte del tiempo solo en la casa. 

“Él era gay, vivía con otro tipo allí y quedaba solo. Seguro aprovecharon que estaba solo para joderlo”, reveló el papá.

Julio César fue encontrado tirado en la sala del inmueble. El reporte de las autoridades precisa que la pareja del joven llegó en la noche a la vivienda tras su jornada laboral y cuando abrió la puerta se percató del cuerpo  y que todo en la casa estaba desordenado.

El padre de Julio César reveló que su hijo estaba estudiando arquitectura en la Universidad del Norte tras haber sido favorecido en el programa de becas otorgado por el Gobierno Nacional tras sacar un puntaje alto en las pruebas Saber.